Los temas de mi interés son variados. En algunas cosas podemos coincidir, en otras no. No necesariamente vamos a ser clones unos de otros pensando de una única forma y sin matices. Yo expongo mis valores, para mi son importantes y son el fruto de casi 40 años de reflexión. Pueden estar equivocados o necesitar un retoque, un aggiornamiento o un nuevo punto de vista. Pero ojo, no siempre lo nuevo es mejor. Y no siempre lo nuevo es justo y honesto. Yo sigo en mi misión autoimpuesta de tratar de exponer porque para mí son justos y honestos los valores que defiendo. Puedo equivocarme, pero lo hare buscando la justicia.

miércoles, 11 de abril de 2012

De trenes, laburo y catastrofes naturales

Durante una de las engorrosas detenciones forzadas en la estación de ferrocarril Temperley, un flaco común y silvestre, laburante como uno, se puso a conversar conmigo. Charlamos del trabajo, de como está el país y como está la economía. Remarco algo que me dijo: "Me levanto a las 4 y viajo hasta Morón todos los días. Salgo a las cinco de la tarde y por culpa de estos cortes vuelvo a casa a las 10 de la noche. Ni descanso antes de volver a ir al laburo"

Lo triste de este pobre flaco (votante de Cristina), agotado y frustrado por el larguísimo viaje, es que seguramente perderá el trabajo, o lo dejará. Es inhumano estar tantas horas fuera de su casa, sin tiempo para descansar y ver a la familia. Y es inhumano condenar a gente que aún nada contra la corriente y busca trabajar, en un país de vagos, mantenidos y ñoquis. Pero, tarde o temprano se agotará y renunciará. O será despedido por llegar tarde o no llegar por los piquetes.
"Tengo ganas de romper todo" me decía. Y es comprensible, no les parece?
Sin ir tan lejos, apenas haciendo 30 kms diarios para ir a CABA y utilizando los servicios públicos, invierto cuatro horas diarias en viaje, en días "normales". Días normales que cada vez son menos por el precario estado del parque ferroviario asignado al Roca, todo el obsoleto desde el mismo día en que se adquirió a sus dueños originales (españoles) y hoy destruidos en su mayoría.

Cuatro horas diarias que no son inversión. Son desperdicio, por culpa de una administración de FFCC y Colectivos que no respetan horarios, y ni siquiera buscan simplificar la vida del pasajero sincronizando los horarios de arribo y partida con los de ingreso/egreso de los trabajadores a la ciudad. La falta de controles de la CNRT es legendaria. Ya ocasiono los 52 muertos de Once, pero ni así llama a la reflexión de los responsables de los organismos de control. Todos los servicios públicos funcionan igual o peor que el día de la tragedia de Once.
Pero vivimos en Argentina, el país de la gente sin memoria. El país de la gente que vive el presente sin pensar jamás en el futuro. Tenemos un sistema energético de mediados del siglo pasado, que viene siendo denunciado por obsoleto e ineficaz desde hace años. Pero hasta que no pasa nada, la gente no piensa en ello. Porque cuando la tragedia llega, en forma de tornado, seísmo o tsunami, vemos que la Defensa Civil no existe, la policía no tiene preparación, las empresas que se encargan del servicio no han invertido por falta de plata o por desidia, y que los funcionarios del gobierno prefieren pasar el finde largo en Cancún, Pinamar, Gesell o donde sea antes que volver a hacerse cargo de la reconstrucción.
Y entonces ese eterno "ente idiota" al que llamamos el "pueblo" reacciona, tarde y mal, contra las personas equivocadas y con métodos irracionales. No vi un solo piquete en la puerta de los country donde viven los intendentes del conurbano. O frente a las oficinas comerciales de Edesur o Edenor. No vi acampes yendo a las residencias de funcionarios que debieron controlar y prever (De Vido, Schiavi, Ramos generales, la misma Cristina o Macri, etc.). El ente idiota se las tomó con otros laburantes. Cortó calles, hizo piquetes en las vías de trenes, saqueo y hasta extorsionó.
Y las cuatro horas diarias se convirtieron en seis o siete. Y al viajar aplastado por la masa, en vagones (o colectivos) sucios y malolientes, se le agregó la confusión de los responsables de los servicios que no atinaron a planificar sobre la emergencia y lanzar servicios de contingencia, coordinando trenes y colectivos para subsanar el paso entre piquetes que el gobierno provincial y nazional se empeñan en no reprimir.
Tomas un tren no sabiendo que quizás el servicio se cancele en una ignota estación porque 20 "vecinos" deciden "castigar" al que no provocó el apagón. Te quedas esperando en las estaciones una palabra u orden que largue las docenas de unidades varadas en una u otra dirección. O que decida coordinar con empresas de colectivo para hacer cruzar el piquete y retomar el camino mas allá de el. Nadie entiende, comprende o acompaña a la gente atrapada en este desastre.
Porque el mentado "modelo de producción de matriz diversificada" no esta planeado para funcionar con gente viajando de y hacia las fabricas y oficinas que aun no lograron hacer quebrar. El "modelo" solo comprende el saqueo de los ingresos de agro-exportaciones y su derivo a una población lela que vive conforme en sus villas miseria, sin trabajo, alimentada con subsidios y Asignaciones universales que no lo son y mirando el Futbol para todos.
Porque Cristina, como ha demostrado sobradamente, no es Evita, por mas que la imite al hablar. No tiene su empatía, no le importa la gente, ni la soporta siquiera. Le da repulsa al punto tal de optar por mirarla "atrás de la pecera" de la pantalla de teleconferencia.
Y así, con funcionarios indolentes, deshonestos y sin un mínimo de sentido común, no tenemos posibilidad alguna de enfrentar un tsunami o un terremoto o una brutal tormenta ocasionada por el cambio climático. A medida que el sistema siga decayendo, la tragedia vendrá de la mano de cada lluvia, cada ventolina. Y con ella vendrán los muertos y el innecesario sufrimiento de todos nosotros, que no somos "ellos".

"Tengo ganas de romper todo"

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