Los argentinos vivimos
un grave error que nos está nublando la visión acerca del camino para salir del
kirchnerismo decadente y fascista. El error es pensar que la oposición necesita
oponer a Cristina y sus pálidos seguidores un “gran líder”. Los líderes se necesitan cuando hay crisis (guerra,
catástrofe natural, amenazas externas o internas). Hoy por hoy, en la Argentina
no la hay. Puede parecerlo, pero no, me explicare mas adelante. Antes debo
concretar algo de los líderes: son fantásticos en situaciones críticas, pero la
mayoría no saben manejarse en condiciones de normalidad. Los grandes líderes
se retiran, o sus seguidores los retiran, cuando la crisis pasa. El ejemplo clásico
es Winston Churchill. Los malos lideres piensan que ya que sacaron a sus
seguidores d la situación critica, deben seguir "in eternum" en el
poder, encabezándolos. Sobreviven a su utilidad para los demás…y generalmente, como
se dice, “chocan la calesita”.
Eduardo Duhalde fue,
para que negarlo, un buen líder. O quizás las condiciones históricas hicieron
de él un buen líder. Asumió en una crisis de proporciones creada por la Alianza
gobernante (y fogoneada por el peronismo al que él pertenecía), logró re
enfilar el caos dejado por Rodríguez Saa y dejar enfilado el país para su sucesor
merced a medidas económicas y sociales acertadas. Más allá del “relato”
oficialista, Néstor Kirchner no asumió en situación de crisis. La crisis ya
había pasado. Néstor y Cristina a falta de crisis, siguiendo el pensamiento de
su filosofo de cabecera “fabricaron”
las crisis. Crearon una tras otras situaciones críticas donde medrar. Donde era
momento de reconstruir, curar heridas, mirar al futuro, sembraron cizaña,
reabrieron heridas, miraron al pasado, reavivaron odios, pugnas, rivalidades. Y el negocio les iba bárbaro, porque cuando se
presenta crisis las opciones de decisiones a tomar se achican. En tiempos de
normalidad, existe un abanico amplio de caminos a seguir y queda en el buen
juicio e inteligencia del gobernante y sus seguidores que medidas serán las
mejores y más beneficiosas.
Pero las crisis
fabricadas (peleas con el campo, Clarín, los militares, siguiendo hasta Moyano)
funcionaban bien porque el mundo no nos jodía y nos compraba caro. Si me
permiten el ejemplo, éramos como unas parejas en un velero en el Caribe en un día
de sol, cálido, con aguas transparentes, que se pelea por pavadas. Pero el mar se encrespó, y la brisa se hizo
tormenta, y seguimos peleando en lugar de ponernos de acuerdo, enfilar velas, y
timonear hacia la costa hasta que pase el chubasco. Mientras, empieza a entrar
agua por todos lados. Y así estamos.
Hoy por hoy, no existe crisis en el país. Solo
se necesita una política moderada, repensar el presupuesto, establecer una
estrategia de fomento a inversiones reales, olvidar las luchas, emprolijar las
cuentas, y reordenar los gastos.
NO HAY CRISIS.
La situación mundial
nos afecta por culpa de Cristina y Moreno La crisis la favorecen estúpidos como
Kicillof y su epopeya de YPF o Aerolíneas, o el propio gasto clientelar
creciente con fines electoralistas. Emprolijamos y salimos. Fronteras afuera la
cosa esta serena. No está fantástica,
hay problemas en Europa y EUA, pero no es el Titanic del relato oficial. No están
todos al borde del desastre como nos pinta Cristina. Sucede que Cristina mira desde
el “diario de Yrigoyen” que le
escriben los “jóvenes brillantes” y los viejos zorros y cree, porque es
ignorante y soberbia, que el mundo va al desastre. Pero no hay, no existe ni debería
existir una crisis.
No necesitamos líderes
carismáticos. En este contexto, un político moderado sería mejor que un líder
de actitud belicosa. A eso apuestan Scioli y Macri. El primero me parece un inútil,
mas allá del aire de buen tipo y sus últimas acciones me dan la razón. Y
rodeado de la mugre más hedionda del peronismo. El segundo no me agrada, pero
algo se: no es la puta derecha golpista, oligárquica y asesina de “montos” que
nos quieren pintar progres y Cristinistas. Los demás partidos siguen mirando
encuestas y su ombligo. Esperan, cuan judíos de antaño, que nazca el “mesías”,
el nuevo Alfonsín o Yrigoyen. EL día que comprendan esta simple verdad, empezaran a trabajar si aún queda tiempo, en
figuras medias y moderadas. Lo que se requiere hoy es presentar un tipo
honesto, eficiente, trabajador, respetuoso de las leyes. No un guerrero de brillante
armadura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Todos los comentarios son bienvenidos excepto aquellos agresivos, insultantes, obscenos, que serán eliminados